Hasta siempre, 2022. No te echaré mucho de menos, salvo por algunas cosas.

Vamos a empezar con lo negativo. Ha sido un año financieramente muy inestable, en gran parte por un exceso de autoconfianza y en buena parte porque la empresa privada se contagia de todo, cuanto más grande, más se contagia, también de ineficiencia y de nepotismo. No tengo datos, ni pruebas, pero no me sacan de la idea de que cierta persona está en su puesto por enchufe.

Pero lo peor fue que mi padre nos dejó el pasado mes de septiembre. Papá, donde estés, te quiero, te echo de menos, me acuerdo todos los días de ti, igual que de mamá. Os toca cuidarme desde ahí, aquí no descansa nadie.

Y por último, un señor que se dice fontanero pero es un chapuzas y un sin palabra, me dejó colgada con una obra más de mes y medio. Y sigo colgada, he tenido que contratar a otra persona que lo acabe. Señor, nos volveremos a ver, y no le gustará verme, se lo garantizo.

Ya está, no está tan mal, la verdad.

Por el lado positivo, en primer lugar y puesto de honor mis amigas y amigos. Soy una privilegiada, tengo los mejores amigos del mundo, siempre lo digo. También digo siempre que no sé qué he hecho para merecerlos, de verdad que no lo sé. Os quiero infinito. A todos, a las de Miranda, a los y las de Madrid, a las de Granada, a la mallorquina adoptada, a todas y cada una de vosotras. No tengo vida suficiente para agradecer la suerte de teneros.

A principio de 2022 puse una estufa de pellets con Don Biomasa y donde sólo iba a buscar una solución para el frío helador de mi hogar encontré a Jorge, a Marta y de rebote a Carlos. Tres profesionales como la copa de un pino de grandes, encantadores, pacientes y muy muy muy MUY eficientes. Si queréis instalar biomasa o madera en vuestros hogares y estáis en la zona norte de Burgos, llamadles. Y si no, también, por si acaso. Quien prueba se engancha.

Por el lado laboral he tenido tres ángeles de la guarda. Y una amiga infatigable de la que aprender.

Aída Poppins, que es mi mentora para optimizar mi negocio digital. Es una mujer inteligente, preparada, con una capacidad pedagógica interminable y muchísima paciencia. La seguía desde hacía años y este 2022 se ha dado la oportunidad de tenerla como mentora. Aída te adoro, me haces estallar el cerebro con tus ideas y lo fáciles y obvias que parecen una vez que las has explicado. Gracias.

Germán de Sodebur. Gracias por confiar en mí y en mi proyecto, gracias por brindarme la oportunidad maravillosa que me has brindado. No tengo palabras de agradecimiento suficientes, eso es así. Para mí eres inspirador.

Román Cantero, de Desarrollo y Eficiencia. Si no existieras tendríamos que inventarte. No entiendo que no estés en todas las televisiones, en todos los podcasts, en todos los linkedin y en todas partes, hasta en el envase de la sopa. Eres un milagro, compartes oro molido como si fuera algo obvio, lo ofreces con toda la generosidad, es imposible quedar contigo y no salir con un chute de energía y ganas de hacer cosas. Gracias por tanto. Si necesitáis… bueno, cualquier cosa para mejorar vuestro negocio… Román es vuestro hombre, estoy completa y absolutamente segura.

Y por último, pero no menos importante, Begoña Gerpe. Amiga, aprendo tanto de ti, incluso cuando estoy viendo ocio, que menos mal que te compré aquel cursito de marketing digital con charla en mitad de Filomena. Gracias por animarme a seguir. Te quiero.

Y como mención especial, Borja e Ignacio de Tucho, gracias por todo, sin vosotros esta web no existiría. Literalmente.

Por supuesto, no me olvido de todas las personas que estáis al otro lado, espero que sigamos el camino juntos, aunque a veces me salga de la temática del blog y me vaya por los cerros de Úbeda. No quería cerrar el año sin hacer un resumen y dejar aquí, para la posteridad, dure lo que dure ésta, un agradecimiento y, quizás, una recomendación que os pueda salvar la vida (o el negocio) en algún momento.

Feliz salida y entrada de año y muy feliz 2023… y lo que venga.

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